Ayer tuvo lugar la ceremonia de entrega de los Premios SM. Así la viví yo.
Como iba bien de tiempo, antes de llegar a Sol, me desvié por la calle Mayor hasta el número 59. Quería ver con mis propios ojos el grafiti de Muelle aparecido hace unos días tras unos expositores que llevaban décadas colgados en la fachada. Le hice una foto con el móvil.
Después llegué a la sede de la Comunidad de Madrid (el edificio del reloj de nochevieja), que era donde tenía lugar la ceremonia. Antes de dejar el abrigo, me encontré con los tiramillotes Alba Úriz y Oscar L. Mencía. Hablé poco con ellos pensando que después del acto tendría más tiempo, pero no me los volví a encontrar. La próxima vez no os suelto tan pronto.
Saludé a Montserrat del Amo y a Sara Moreno.
Junto con Carmen Pacheco (que hoy mismo publica En el corazón del sueño, la novela que fue finalista en 2009 junto con mi Yo conocí a Muelle) y Elena Moreno (SM), nos sentamos discretamente en la última fila, sin darnos cuenta de que estaba reservada para Casa Real. Tuvimos que exiliarnos a otra fila de otra zona.
Presentaba la gala Eduardo Aldán, que lleva años triunfando con un espectáculo que no os debéis perder: Espinete no existe. Los discursos de las autoridades, en la línea de todos los años, es decir, un rollo. Se los podían haber pasado a Eduardo Aldán y, con la velocidad a la que habla, habrían durado la mitad o un tercio. Menos mal que en la fila de atrás tenía al cantante de Brandauer y a David Lozano soltando perlas divertidas.
La Princesa entregó los premios a Arlet Hinojosa (en la imagen), a Begoña Oro (que pareció que se metía en un jardín cuando empezó a decir que la princesa no podía hacer lo que quería en la vida, pero lo arregló enseguida con mucho amor) y a Daniel Nesquens ("en esta época de chips").
Se realizó un homenaje al director de publicaciones de SM (y showman en las galas) José Luis Cortés por su jubilación, y se dijo que se entregaba la Placa de plata a Laura Gallego por los 100.000 ejemplares vendidos de La leyenda del Rey Errante, pero nadie lo vio. Al parecer fue por falta de tiempo. A muchos nos pareció mal la duración interminable de algunos discursos y que no hubiese unos minutos para entregarle la placa en condiciones y que posase como todos en la foto de familia.
Al terminar lo formal, pasamos al cóctel, los aperitivos y las fuentes de chocolate blanco y negro (yo soy más del segundo). Me encantó poder charlar un rato, más o menos largo, con escritores como Laura Gallego, Fernando Lalana, Jordi Sierra i Fabra, Espido Freire, Concha López Narváez, José Morán, Javier Ruescas, Santiago García-Clairac, Elvira Menéndez, y con ilustradores como Paz Rodero, Marcelo Pérez y Puño.
También estuve con Alfredo Gómez Cerdá, pero con él había hablado hacía menos tiempo. Jeje.
Estuve también con gente de la editorial: Elena, Marta, Xohana, Berta… hablando de un montón de temas: el oficio de traductor, la aplicación para el iPad con los libros premiados y material extra (por solo 2,99 €), una buena noticia muellil que cuando tenga confirmada diré. A la persona que más me alegró encontrarme fue a Elsa.
Un buen rato pasé también con Carmen Fenández Etreros y Jara Santamaría (Librolandia-Culturamas) y con los redactores del medio más numerosamente representado: El templo de las mil puertas; estaban los tres que en su día fueron reporteros 2.0: El cronista de Salem, Nerea Marco y Javier Ruescas (que el 5 de abril sacará la tercera entrega de Cuentos de Bereth: Los versos del destino), y además Carlota Echevarría, ah, y también Uyulala. Me encantó saludar a Alejandro.
También conocí a Arlet Hinojosa y a la que le cedió la corona del Premio JSIF, Lorena Moreno.
A la salida nos regalaron los ejemplares de los ganadores, que tienen una pinta estupenda.
Fotos de mi móvil y de Casa Real
Cagüen, nos fuimos pronto y estaba difícil encontrarte, Alba no veía un carajo y yo no podía dejar de custodiar la fuente de chocolate.
ResponderEliminarNos fustigaremos un poco :)
En nuestra fila tampoco gustó la excesiva importancia que se dio a algunos discursos (de hecho si no es por un codazo la de mi derecha se duerme) en comparación con el tiempo dedicado a los verdaderos protagonistas, y ya lo de Laura increíble.
Pero bueno, a pesar de eso y de que por error me metí en la boca un trozo de hígado (puaj, estuve a punto de escupirlo pero me contuve), el chocolate era adictivo, y ya puedo decir que he metido bollitos en la fuente codo a codo con la princesa.
Por lo demás, todo un momentazo el de Oro-Ortiz, esta Gran Angular ha sido un estupendo descubrimiento.
Un abrazote, Jorge.
Queridos amigos, solo aclarar que la no salida de Laura Gallego no fue por falta de tiempo, sino algo consensuado con ella días antes de la gala, con lo que la autora estuvo totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarPor nuestra parte intentamos darle la relevancia que merece una autora como Laura, pero al no ser la Placa un premio como tal, sino un homenaje a un libro que ha vendido 100.000 ejemmplares, el que salga a recoger un premio crea mucha confusión, y ella estuvo de acuerdo con nosotros en este enfoque.
Muchas gracias por vuestros comentarios y por compartir con nosotros esta velada.
;)
Ana Prieto
Responsable de Comunicación Corporativa Grupo SM
Alguien me dijo que fue cuestión de tiempo...
ResponderEliminarA pesar de todo, sigo pensando lo mismo. Me habría gustado verla recogiendo la placa y en la foto de familia. Pero te agradezco la explicación, Ana.
Eso fue lo que me dijeron a mí también: que días antes avisaron a la autora de que no subiría a recoger la placa porque con todo el protocolo debido a la visita de la princesa no habría tiempo de entregársela, y que ella estuvo de acuerdo :). Gran crónica, Jorge. Fue un placer saludarte.
ResponderEliminarAy, la fuente de chocolate... jajaja qué buen momento nos dio a todos. Al principio la gente acercándose en corritos, como con un cierto apuro. En los últimos momentos de la noche, cuando ya me iba, vi que ya se había convertido en todo un punto de encuentro. Qué rico estaba.
ResponderEliminarEso y veros a todos y charlar, como siempre, lo mejor de la gala :)
Como siempre, un placer. A ver si repetimos sin premios de por medio :P!
ResponderEliminarUn abrazo,
Javier
Hola, Jorge. La verdad es que fue una fiesta muy divertida. Creo que ganó con eso de que ya se conocían a los premiados. Todo quedó muy bien. Un placer saludarte y saludar a todos los amigotes. Santiago Ah, estaba guapa la princesa, casi tanto como Begoña. Y sí, lo mejor fue ver a Elsa.
ResponderEliminarHola Jorge. Está muy bien porque tú has vivido esto desde pequeño y los sientes y describes fenomenalmente; pero, ¿qué papel tienen los niños y jóvenes en la ceremonia actual? ¿Tenéis contacto con vuestro público?
ResponderEliminarEspero tú respuesta, gracias.
El discurso del ministro Gabilondo, muy bueno. Lo mejor, con mucho, de las intervenciones. El problema es que a lo mejor no era el foro adecuado. Pelín largo.
ResponderEliminarNo obstante, era el día de los escritores premiados y fue lamentable que pasasen al galope por el escenario. Me parece fundamental que de cara al futuro los premiados tengan mucho más protagonismo. Sin ellos, lo demás no tendría sentido.
¡Como se lo montan uds en Madrid señores!
ResponderEliminarEl momento Oro imagino que memorable ^_^
Lo dicho, un placer encontrarme con todos: Uyulala, Jara, Javier, Santiago, Tesifonte.
ResponderEliminarManuel, creo que esta ceremonia está para premiar a unos escritores que han escrito unos libros para niños y jóvenes. Que los destinatarios de esos libros no estén presentes me parece perfectamente comprensible. Por poner un par de ejemplos: en un congreso de pediatras no tiene que haber niños; en un acto de profesores, tampoco, y creo que nadie pone en duda el compromiso de pediatras y profesores con los niños. Te aseguro que la mayoría de los que acudimos a esos premios estamos volcados con la literatura infantil y juvenil y comprometidos con los lectores. Por acudir a unos premios, no se nos puede acusar de no estar en contacto con nuestro público.
Loving, hacemos lo que podemos, jeje.
Me has hecho reír, llevas razón en lo que dices. Ánimo y a seguir con tu buena labor de difusión de la LIJ. Ay, qué envidia, poder hablar con Fernando Lalana, un profesional de los grandes. Gracias a todos.
ResponderEliminarUn placer verte, Jorge. Para eso está el cóctel y las fuentes de chocolate, para reunirnos en torno a ellas año tras año, jaja! ;)
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