La Academia de los Portales del Reino de Darusia es el único lugar en el que los futuros maeses pueden aprender la ciencia, y en algunos casos el arte, de pintar portales con el mineral llamado bodarita. Nadie más está autorizado a realizarlos, y son muy estrictos en este punto, imponiendo castigos inhumanos a quienes lo incumplan. Cada portal permite (¿quién no ha soñado con ello?) el teletransporte, el traslado instantáneo al lugar en el que esté pintado su portal gemelo, aunque se encuentre en la otra punta del reino.
Leer la reseña completa en el número 32 (verano) de la revista Viajar con hijos.
Y añado un párrafo que no ha salido en la revista por un tema de espacio:
Poca gente tiene su facilidad para crear mundos fantásticos, pero creíbles, de manejar tramas complejas sin que el lector termine perdiéndose y de hacer saltar por los aires las reglas del propio mundo creado cuando uno cree que ya las tienes controladas.
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