29 mayo 2009

La BVMC dedica una sección a los clásicos de la literatura infantil y juvenil


La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha presentado hoy su portal Clásicos de Literatura Infantil y Juvenil.
La nueva sección ha sido elaborada por un equipo de profesores de Educación Primaria y Secundaria coordinado por Ramón Llorens, profesor de la Universidad de Alicante y director de la Biblioteca de Literatura Infantil y Juvenil de la Cervantes.
El objetivo de este espacio es acercar a los alumnos las obras y autores de referencia de la literatura infantil y juvenil española, y contribuir al fomento de la lectura y el uso de las bibliotecas electrónicas. El portal consta de unidades didácticas interactivas, herramientas y recursos para alumnos y profesores que aprovechan las ventajas de las nuevas tecnologías.
Gloria Fuertes, Fernando Alonso, Luis Matilla y Montserrat del Amo son algunos de los autores que figuran en el corpus de este nuevo trabajo de la Cervantes, un catálogo formado por una selección de poemas, cuentos y fragmentos de obras que se acompañan de propuestas de lectura en el aula.

De dicha biblioteca extraigo el final de El hombrecito vestido de gris, de Fernando Alonso. Es original no solo por el cambio de final, sino por la última palabra: ¿FIN?, que es con la que deberían terminar todos los cuentos, a menos que todos sus protagonistas mueran.

"La historia termina así.
Así de mal. Así de triste.
La vida pone, a veces, finales
tristes a las historias.
Pero a muchas personas
no les gusta leer finales
tristes; para ellos hemos
inventado un final feliz...


Pero, nuestro pobre hombrecito, merecía que le dieran una oportunidad.
Así que...
Cierto día, conoció a un director de orquesta.
Y éste quiso oírle cantar.
El hombrecito, muy contento, pero con un poco de miedo, salió al campo con el director de orquesta.
Y allí, rodeados de flores y de pájaros, nuestro hombrecito se quitó el pañuelo y cantó mejor que nunca.
El director de orquesta estaba tan entusiasmado que lo contrató para inaugurar la temporada del Teatro de la Ópera.
Y la noche de su presentación, que se anunció en todos los periódicos, don Perfecto, el Jefe de Planta, los vecinos que le habían regado, el dueño de la cafetería y todos los que le habían perseguido con sus risas, hicieron cola y compraron entradas para oírle cantar.
Y asistieron al triunfo del hombrecito.
Y el hombrecito quemó todos sus trajes y corbatas de color gris.
Tiró por la ventana el despertador.
Se afeitó el bigotito de color gris y nunca, nunca más, volvió a tener la mirada de color gris.

¿FIN?"

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