David Lozano a Begoña Oro
¿Es imprescindible el ingrediente sentimental en la literatura juvenil?
Solo un psicópata como tú, David Lozano, podría hacer una pregunta como esa. ¡Pues claro que es imprescindible el ingrediente sentimental!, en la literatura juvenil igual que en la juventud; en la literatura, de todo tipo, igual que en la vida, en todas sus etapas, pero en la juventud con mayor intensidad si me apuras.
Entiendo por ingrediente sentimental aquello relativo a los sentimientos. El ingrediente sentimentaloide, que es otra cosa, no es imprescindible ni siquiera deseable, aunque haberlo, haylo a menudo.
Reconozco además que el ingrediente sentimental que tú dices es mi debilidad, como lectora y, espero, como escritora. Quiero lecturas que me remuevan, que me hagan sentir: amor, sorpresa, tristeza, rabia, odio, envidia, miedo (eso que tan bien se te da a ti)… Para mí no hay libro mejor que aquel que me hace llorar o reír, o las dos cosas a la vez, y ninguno peor que el que me deja impasible. Incluso un libro “frío”, cuando es bueno, te deja una desazón (estoy pensando en ‘Nada’ de Janne Teller o en ‘El profesor de literatura’ de Christian Vera, por ejemplo).
Como te conozco, me quedo con la duda de si en el fondo no querrías preguntar si es imprescindible que haya amor en la literatura juvenil, pero lo dejaste en “ingrediente sentimental” para evitar los sarpullidos. Si fuera así, si la pregunta fuera “¿es necesario que aparezca el amor en la literatura juvenil?”, para la respuesta me remito a la canción de los Beatles. “All you need is love”, David Lozano, así en la vida como en la literatura, también en la juvenil, sobre todo en la juvenil. Amén.
Begoña Oro a Daniel Monedero
Dijo Rosa Regàs: “es imposible ser madre y escritora a la vez”. Tú acabas de ser padre: ¿es imposible ser padre y escritor a la vez? O, de forma más precisa, ¿crees que ser escritor de literatura infantil y padre simultáneamente es mejor, peor, indiferente o imposible?
Buena respuesta :).
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