
De la misma forma que Pendenciero es implacable a la hora de abordar barcos y atesorar un gran botín, Atolondrado lo es para perderlo, olvidarlo o dejárselo robar en un descuido. Cuando llega a su casa después de una larga travesía lo suele hacer con las mano vacías. Como a la Crustáceo, que tiene más carácter que él y que toda su tripulación junta, no le gusta un pelo aquello, va a tomar cartas en el asunto.
El botín de Atolondrado es un libro principalmente de humor, aunque también hay aventuras y una puesta en cuestión de los roles habituales de hombres y mujeres.
Las ilustraciones de Sara Rojo son muy simpáticas y por ende los personajes.
El libro está dedicado a su nieto (se me ha adelantado en eso de dedicarle un libro):
A Marcos, que pronto aprenderá a navegar por estos mares de tinta.
Si vais a estar en Madrid, estáis invitados a Premios Nacionales en la Biblioteca Nacional de España: Alfredo Gómez Cerdá

interesante lectura la que proponeis...la tendre en cuenta. Saúdos
ResponderEliminarSi está dedicado a marcos, hay q leerlo por añadidura. bss
ResponderEliminarPinta genial.
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