Hoy, día del fin del mundo de los mayas, me he acordado de este libro y quería recuperar una de las primeras reseñas que hice en este blog, en agosto de 2006, qué tiempos...
Hay libros que se leen al paso, otros al trote y Finis Mundi a galope tendido.
Quedan tres años para el año 1000 y Michel, un jovencísimo monje francés, descubre que el mundo está a punto de acabarse. Para evitarlo deberá reunir los tres ejes del tiempo (el del pasado, presente y futuro), que están en Aquisgrán, en Finisterre y en Stonehenge. Acompañado de Mattius, un juglar algo golfo pero con férreos principios, recorrerán países, conocerán a otros juglares y vivirán aventuras, intrigas, acontecimientos mágicos... a los que se unirá Lucía, una joven que también quiere llegar a ser juglar. Lucía no lo sé con seguridad, pero Laura Gallego desde luego que lo ha conseguido. No solo me ha hecho viajar en el tiempo sino también por gran parte de Europa para terminar (y no desvelo nada con esto) en uno de los lugares que más me ha gustado de todos los que he visitado: Le Mont Saint Michel. De todas formas, alabar un Premio Barco de Vapor de una escritora que tenía ¿22? años, o por ahí, cuando lo ganó, no tiene mucho mérito.
Pues eso, que aparte de los toques históricos, es acción y fantasía a raudales. Me ha encantado, de verdad.
Este libro lo he leído de más chica, y lo que fantaseé con él fue increíble. En lo particular, destaco lo grandioso de la literatura de Laura Gallego García. Hasta ahora, he leído cuatro libros de ella, y ninguno me ha disgustado. ¡Saludos!
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