Henry McQueen dejó de crecer a los seis años. Su padre, un importante político, se avergonzaba de él. Y más cuando, por un accidente, incendió su casa. Eligieron a su padre alcalde de Nueva York y la cosa empeoró: apenas le veían y no podían ir a su parque de atraccciones favorito: Dreamland, donde acababan de inaugurar Lilliputia, una ciudad para enanos. Cuando Henry se marchó allí con su maleta, ningún miembro de su familia dijo nada. Se le ocurrió crear la compañía de minibomberos y todos los días hacían un espectáculo para los visitantes en el que salvaban a Nadja. Pero un día, el espectáculo se volverá demasiado real.
Fred Bernard (texto) y François Roca (ilustraciones) presentan un álbum de grandes dimensiones, de esos que necesitan un hueco especial en la estantería. Me gusta esta historia de superación, y más sus ilustraciones, monumentales, deslumbrantes. Son tan grandes que, más que verlas, hay que recorrerlas.
La cubierta por lo menos tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarsi parece un buen libro
ResponderEliminarHola, Croni. Hay ilustraciones más impresionantes dentro.
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