Ambas tienen que ver con ganadores del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
La mala noticia es el fallecimiento de Alfonso Martínez-Mena, cuyo libro, La tierra de nadie, obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1981. Para el público infantil también publicó El arca de Noé, La cigüeña Robustiana: aventura en busca de una corrida de toros o El espejo de Narciso.
La segunda seguro que ya la conocéis. El ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil de 2006 por Cielo abajo, Fernando Marías, ha obtenido el Premio Primavera 2010 con el libro de curioso título: Todo el amor y casi toda la muerte. Se está convirtiendo en un "cazapremios" infalible. Calidad no le falta.
Cuando dices calidad, debes decir buena, regular o mala, tienes que definirla. En esta ocasión yo diría: "Buena calidad no le falta".
ResponderEliminarOye, no quiero pasar por Pitagorín, que no se me coja ojeriza por esto. Es que es de justicia.
Que yo soy de los que más se equivoca.
Alfonso Martínez-Mena era de los de mi infancia. Tenía muy buena pluma y conectaba muy bien con los niños. Mi sentido pésame a su familia. Un lector.
ResponderEliminarYo también me equivoco mucho, pero no en este caso concreto. El diccionario de la RAE, en su segunda acepción, recoge que "calidad" significa "buena calidad, superioridad o excelencia."
ResponderEliminarTe lo digo con (aquí sí es necesario el adjetivo) buen talante.
Esto de la calidad lo explicó Fernando Lázaro Carreter, que falleció en el 2004; aunque creo que la RAE adopta nuevas acepciones según están más en uso por la gente.
ResponderEliminarEn este caso yo lo decía más porque el autor se merecía el adjetivo "bueno".
Carreter explicaba que todas las cosas tienen una calidad, y, por lo tanto, había que especificarla.
Te mando un guiño; y bien por corregir a ZP, que siempre anda diciendo lo de talante sin aclarar de qué clase lo quiere. Je, qué risa.
Y, contra, comenta también los otros mensajes que no intentan corregirte. Del erizo meado por un raposo no dijiste nada.
Caramelos sueltos, caramelos ácidos... La experiencia en Santiago de Chile
ResponderEliminar( Ver nota en www.orillera.blogspot.com )