Mientras dormía, alguien se ha hecho caca encima del mono Macario. Enfadado, irá animal por animal preguntándoles si han sido ellos los que lo han hecho...
¡Un momento! ¿No os suena todo esto? Efectivamente. Tiene mucho, pero mucho, que ver con El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza. Cambian los animales o el tipo de respuestas que recibe, pero es tan similar, que llega a disgustar. A pesar de que las ilustraciones me han gustado mucho, no he podido apartar al topo de mi cabeza durante toda la lectura, lo cual creo que no es bueno.
Como Mick Jagger haciendo canciones, que llegaba la hija y le decía: Esa la he escuchado ya en otra parte.
ResponderEliminarPero al menos andaban a quitarla del disco.
A mi me dio la impresión de que el autor se aprovechó claramente del libro de Holzwarth y Erlbruch (el desholzwarthelbruchador que nos desholzwarthelbruchare...). Y cuando digo claramente digo deslealmente, vamos. Quizá porque el mercado de lengua inglesa apenas traduce, relativamente hablando,* parece que hay algún listo que navega en agua ajena para plagiar en la propia, confiado en que nadie lo verá. Es obvio que se trata de una impresión, es decir, no demostrable. Pero las similitudes son demasiadas. Y por otro lado esta "versión", llamémosle así, tampoco veo que mejore la otra; es más grotesca y sucia, exagerando lo fácil y sin aportar nada a cambio.
ResponderEliminar* No se puede encontrar en inglés, por ejemplo, un álbum tan eficaz y mil veces adaptado al teatro de títeres como "¿A qué sabe la Luna?"
No he leído "¿Quién ha sido?" y no me atrevo a ser tan taxativa en mi opinión como Darabuc porque, concediéndole a Ben Redich el beneficio de la duda, uno podría argumentar que a veces dos autores tienen ideas parecidas sin conocerse o que uno escribe algo y luego otro publica algo similar antes y... bueno, ya sabéis, ¿no? Pero la verdad es que a mí este nuevo álbum también me "huele mal" (nunca mejor dicho). No cabe duda de que el libro del topo ha sido un gran éxito (en la biblioteca de mi pueblo es el más prestado y los niños han hecho una obrita de teatro basándose en él, porque les encanta). Con un precedente así parece claro que el tal Redich ha querido sacar "redichtos" del asunto. En fin, perdón por los juegos de palabras, no suelo ser tan tontorrona, pero me ha salido así, será por tanta caca como hay por medio.
ResponderEliminarMe supondrá un alivio pensar bien si, después de ver uno y otro álbum, alguien me convence de que son solo casualidades o coincidencias sin relieve. :-) Contra el "piensa mal y acertarás", yo uso el "piensa bien y descansarás". Pero en este caso, no hay modo, por ahora.
ResponderEliminarA mí no me parece casualidad. Pero aunque lo fuese, tenía que haber unos editores que conociesen un poco el mundo en el que se mueven para avisarle y no publicárselo.
ResponderEliminarVale que haya citas, evocaciones, referencias... en casi todos los libros las hay, pero esto va un poco más allá.
Me ha recordado a un tema que abrí un 28 de diciembre en mi desértico foro: http://gomezsoto.mforos.com/366698/2684769-confieso-que-he-plagiado/
Oh, qué mal...
ResponderEliminarHola, acabo de ver en un programa de El hombre y la Tierra, de Rodríguez de la Fuente, a un zorro que orina sobre un erizo al no podérselo comer; el erizo, inmóvil queda con el corazón latiéndole deprisa; hasta en dos ocasiones le orina encima el raposo.
ResponderEliminar¡Qué cosas!
El álbum del topo es bastante conocido y muy bien vendido, deberiamos compararlo con Harry Potter ¿cuantas copias salieron despues del éxito?
ResponderEliminarMe parece muy mal por parte de la editorial no haberse dado cuenta. Este libro según he podido ver se publicó en 2008, el titulo es muy parecido. Estas cosas me ponen de mal humor.
Me temo que yo también caí en la trampa y pedí este libro para la biblioteca donde trabajo, creo que porque lo mencionaba alguna guía que manejé. Lo pedí junto a cientos y cientos más en apenas unos días (así me mandan seleccionar, ¿qué os parece?) y no he podido ni siquiera echarle un vistazo porque se lo llevó una madre nada más sacarlo. Pero si hay plagio descarado, queda en evidencia que en el arte tienen poco sentido las leyes puras y duras, si después no van acompañadas de un juicio y un dictamen ético. Me refiero a que la Ley de Propiedad Intelectual protege el plagio de textos, pero el texto, en sí, ¿es la obra? ¿Donde queda protegida la copia de ideas, estructuras, concepción de personajes, desarrollo de la acción...? En fin, habría que dejar a Ben Redlich que se defienda. Quizá le ocurrió lo que al Pierre Menard borgiano, que quería escribir la misma obra pero sin escribirla igual.
ResponderEliminarUn abrazo lijero de Enrique Cordero
(yo también estoy tontorrón, como la Domadora de Elefantes)
Desgraciadamente este tipo de cosas, hay quien las crea a drede.
ResponderEliminarMe refiero a que conozco empresarios personalmente que me han dicho, lo importante es que hablen del producto, aunque sea mal, viva la polémica! y eso es publicidad que nos interesa. Así está el patio.
Quizá la culpa no sea de Ben Redlich por escribirlo. Quizá topó con un señor basura-moral impresentable que le dijo que quería que le escribiese algo parecido.
A veces los libros más turbios salen de las peores mentes de según qué editores y no de los autores.
Realmente huele mal.
ResponderEliminarEl topo es inigualable y único.
Si que exite versión en inglés, incluso en pop-up. (The Story of the Little Mole who Knew it was None of His Business.
Es una obra muy popular en Alemania. Cuando recibamos a los alumnos de Oldenburg que participan con nosotros en un intercambio escolar, vamos a realizar una lectura bilingüe de la historia del topo en una reunión especial del Club de Lectura de 4º de ESO.
Además, el topo es el libro estrella en nuestra colección de libros mágicos (pop-up). Y por si fuera poco, es el libro favorito de mi nieto de 5 años y casi todos los domingos nos lo contamos.
Me cuidare de no comprar esta segunda versión. Gracias por el aviso, solo espero que, de ser una copia descarada, se tomen medidas al respecto. Saúdos e apertas
ResponderEliminarqué pena, qué cosas pasan...
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