La noche del 6 de marzo, tuvo lugar la entrega de los Premios de la Fundación SM 2007:

El
Premio Barco de Vapor fue para
Carlo Frabetti (Bolonia, 1945), con
Calvina.
Según el jurado, "por su sentido del humor, su defensa de la lectura y su sentido poético y musical" y porque "trata al lector como a un ser inteligente, planténadole preguntas y situándole en una paradoja constante que incita a pensar jugando y a jugar pensando".
Según el autor, el protagonista es "un niño calvo que no sabe en ningún momento si es niño o niña", que pasa de ser víctima de un asalto a su caserón, "algo siniestro", a dar órdenes al ladrón, al que obliga a quedarse con él y hacer de "padre" por unos días. Durante la rueda de prensa de presentación de los premiados, que tuvo lugar hoy en Madrid, el autor señaló su intención de tratar el tema de la identidad, ya que en su opinión cada uno tiene derecho a contar lo que quiere de sí mismo. En esta obra se superponen dos historias paralelas, en las que "lo que parece secundario, para mí es principal", según indicó Frabetti. Una de ellas "es un poco gótica" y la otra transcurre en un manicomio-biblioteca, donde "cada loco se identifica con un personaje, una novela, o la obra completa de un autor", como el Sombrero Loco de Alicia en el país de las maravillas, John Silver o la obra de Calvino.

El
Premio Gran Angular fue para
Marta Zafrilla (Murcia, 1982) con
Mensaje cifrado.
El jurado destacó “su manejo de la intriga y su capacidad para suscitar en el lector preguntas sobre la ambigüedad del ser humano”. Asimismo, señaló “la habilidad para implicar al lector en el desarrollo de los acontecimientos”.
La autora explicó que "Santiago es un adolescente que tenía una íntima relación con su abuelo, con el que jugaba muchísmo al juego de la Oca. Al morir éste, el tablero quedará come herencia y servirá para llevarlo, casilla a casilla, en su aventura hacia un enigma que tendrá que descubrir". De esta manera, el tablero de la oca supone para la escritora "una metáfora de la vida". "Por medio de la tecnología y la investigación el protagonista tendrá que revivir toda la época que vivió su abuelo", apuntó Zafrilla.


El
Premio Internacional de Ilustración fue para
Inma Pla (Imapla) (Barcelona, 1964), por
Los pájaros aprenden idiomas.
El jurado destacó "la gran capacidad comunicativa de la ilustración; por el texto que, reducido a onomatopeyas, se transforma en grafías fundidas con el dibujo, sin que se fuerce el diseño manierista, por la unión perfecta entre forma y contenido; y porque dentro del estilo de ilustración es una obra de gran altura y originalidad"
"Es una historia narrada y contada en imágenes muy sintéticas que parten de un esqueleto visual sencillo para hablar de temas más profundos", explicó Imapla. "La narración es como un puzle, donde, si se rompe el ritmo de una pieza, aunque sea pequeña, se rompe todo". En referencia a los protagonistas de su obra, Imapla indicó que en realidad no hay idiomas, sino que intervienen árboles, pájaros y un leñador. A pesar de no haber diálogo, todo se basa en el paisaje urbano, enriquecido por los ruidos y las voces.


La
Placa de plata por superar los 100.000 ejemplares vendidos fue para
Agustín Fernández Paz, por
Las hadas verdes.

Además, se entregó el
Premio Jordi Sierra i Fabra a
Jara Santamaría por
Te comerás el mundo.

Todos los galardonados juntos.
Fuente:
Grupo SM