
Pero por muy importante que fuese, no tendría cabida en este blog si no fuese por su compromiso absoluto con la infancia. Él mismo decía que los temas de sus libros eran: "Muerte, infancia, naturaleza y prójimo". En muchas de sus obras, incluso en las no pensadas a priori para un público infantil o juvenil, hay personajes infantiles o que recuerdan su niñez.
Según Carmen Bravo-Villasante, hay dos tipos de niños en las obras del vallisoletano: el nacido en el campo, en el seno de una familia humilde, y el chaval urbano, típico de la clase media alta. El niño rural disfruta de un contacto directo con la realidad de la vida, y está representado sobre todo por el pequeño Nini, personaje principal de Las ratas. El niño de la ciudad es rico, caprichoso, mimado e ignorante. Es el niño que hace preguntas porque no sabe nada.
Por citar algunos:
- En la primera parte de La sombra del ciprés es alargada se cuenta la etapa de niño huérfano de Pedro.
- El camino: Daniel El Mochuelo y sus amigos Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso, nombres y motes asociados de forma indeleble a mi niñez.
- Mi idolatrado hijo, Sisí.
- Las ratas y esos magníficos Nini y el tío Ratero.
- Mi mundo y el mundo.
- El príncipe destronado.
- Tres pájaros de cuenta.
- La vida sobre ruedas, que incluye Mi querida bicicleta.
- Los niños.
En el Diario de Navarra recuerdan que dijo: "En mi opinión hay poca diferencia entre escribir literatura infantil y literatura para mayores. La única concesión que yo he hecho ha sido evitar las digresiones, porque al chico hay que contarle todo seguido. Yo ponía voz de tonto, como se habla a veces a los chicos, pero enseguida me di cuenta de que son mucho más listos de lo que pensábamos".
Se va sin el Nobel, pero con el reconocimento unánime, en España y en el extranjero. Si eres políglota, puedes leer la noticia en un montón de idiomas: The independent, Le Monde, Frankfurter Allgemeine, Clarín, O Globo, Elnashra, Tvxs, Ansa, РИА Новости...