Hay épocas poco propicias para la literatura infantil. Para que haya cuentos infantiles tiene que haber niños, y los hay, pero no sabemos dónde...Así comienza el genial artículo de Juan José Millás publicado en La Opinión de Murcia y en otros periódicos. En él reflexiona sobre la nueva moda de establecimientos (hoteles, restaurantes, etc.) sin niños. No os lo perdáis, por favor.
Y termina así:
La literatura infantil buena es también la mejor literatura para adultos. Sin darse cuenta, los directores de los hoteles sin niños se han convertido en los ogros y brujas de los cuentos de la tradición oral. Si un par de hermanitos (Hansel y Gretel, por ejemplo) se perdieran por los pasillos de uno de estos establecimientos de cuatro estrellas y acabaran sin querer en el despacho del director, serían devorados ipso facto.
¡Que vivan los niños!
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