Xía Tenzin es un gigante (2,40 m.) del Tíbet que emprende un viaje para buscar a su padre perdido y para conocer el mar. En el camino, recorrerá montañas y atravesará China siguiendo la ruta de río amarillo. Como le dice el brujo: "El viaje será accidentado, peligroso y lleno de imprevistos. Tendrás alegrías, tendrás tristezas; sentirás dolor, tendrás esperanza; causarás sorpresa y te sorprenderán. Alguien te esperará, alguien que te quiere de verdad". La predicción del brujo, en contra de lo habitual, se nos va desvelando a lo largo del libro, a medida que van ocurriendo los hechos, como si la estuviese construyendo el propio protagonista.
El maravilloso viaje de Xía Tenzin (Xia Tenzinen bidaia miresgarria, título original en euskera) no es otra cosa que el maravilloso viaje de la vida, llena de alegrías, penas, descubrimientos dolorosos, ilusiones. Otro aspecto que apunta en esta dirección es que el viaje de Xía comience en primavera y termine en invierno.
Reconoce Patxi Zubizarreta que tiene elementos en común con El maravilloso viaje de Nils Holgersson, como el propio título indica, Las mil y una noches, Marco Polo, Calvino o Tolstoi.
De la forma en que fueron concebidas las ilustraciones y de cómo interactúan con el texto, nadie lo puede explicar mejor que el propio ilustrador: Jacobo Muñiz. La mayoría están coloreadas con trozos de tela (o al menos con esa textura), dando la sensación de tapices orientales.
Merece la pena seguir al gigantón en su camino. Lo conoceréis por su altura y por el sonido que hace al andar: "trapa, trapa".
Aquí un video del autor explicando los orígenes de la obra:
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