Si nos fijásemos bien, descubriríamos que los objetos que nos rodean se conjuran para fastidiarnos: bolis a los que se les sale la tinta, botones que se caen o que se meten en el ojal que no les corresponde, chinchetas cuyo pincho se dobla, cordones que se sueltan solos para hacerte tropezar... De eso se da cuenta Raúl. Aunque nadie le hace caso, ni en su familia ni en el cole, él emprende una investigación, tratando de hablar a los lápices o a los cordones. No tiene éxito, pero una noche su abuelo (sorprendentemente, teniendo en cuenta su estado) le llevará a un mundo misterioso y secreto donde encontrará las respuestas que buscaba.
Jesús Carazo es el autor de esta historia original, divertida y entrañable. El lector es invitado a pasarse al otro lado, al lugar donde se ven las cosas desde otro punto de vista, donde lo accesorio es importante.
Me gustan bastante las ilustraciones de Mónica Gutiérrez Serna, que mezclan el blanco y negro con estampados coloridos. Creo además que ha utilizado una técnica distinta para la noche con el abuelo que para el resto del libro.
Un título interesante y sugerente.
ResponderEliminar¡Qué importante es saber ver y apreciar las cosas del día a día!
Lo buscaré en la librería.
Gracias por comentarlo.
Un abrazo.