Imagen: Casa Real |
Me quedo «es tumefacto».
Resulta que el adjunto a la dirección de ABC, Ramón Pérez-Maura, quiere convertir en asunto de estado los valores indecentes de la obra de teatro que han representado como espectáculo de fin de curso unos alumnos del colegio al que va la princesa Leonor. Una adaptación de Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas. El artículo (lo podéis leer aquí) apesta a clasismo, censura, falsa moral y mordaza mental.
La proLIJa contestación del Jefe del Departamento de dramatización la ha publicado El Confidencial:
«Parece evidente que el señor Ramón Pérez-Maura no asistió a la representación de teatro escolar que se afana en juzgar, y que tuvo lugar como bien indica el pasado viernes 19 de junio a las 9:30 h., en el Colegio Santa María de los Rosales. Y es una pena: de haberlo hecho, habría comprobado que ante todo, los alumnos de 5º de Ed. Primaria hicieron un despliegue asombroso de talento, alegría, esfuerzo y buen hacer, guiados por el mismo buen hacer de sus profesores, profesionales de la educación, que una vez más sacaron lo mejor de todos ellos. Coreografías multitudinarias, solos con voz en directo, vestuario espectacular… En fin: un magnífico ejercicio artístico de final de curso que causaría la envidia de cualquier centro del país. Y para prueba, el entusiasmo de los padres, los aplausos, las carcajadas y la encendida emoción que todos los que sí estuvimos allí compartimos. Sin duda, un momento inolvidable.
Pero el señor Pérez-Maura, no lo vivió, y equivocadamente se permite desacreditar un trabajo pedagógico impecable de una comunidad educativa seria, profesional y prestigiosa, apelando a una falta de “educación en valores” implícita en el argumento de la obra.
Señor Pérez-Maura: el argumento de “Los Tres Mosqueteros” de Alejandro Dumas, es el que es, y eso no le impide ser una de las grandes obras de la literatura juvenil de todos los tiempos. Y sobre tan famoso y a estas alturas nada escandaloso relato, reflejo fiel y critica consciente de una época y de un entorno social y político muy determinado, se ha escrito la adaptación escolar, rescatando precisamente los mejores valores que la obra sí posee: el compañerismo y el trabajo en equipo. “Uno para todos y todos para uno” es el título de la adaptación, y la letra del principal número musical que en dos ocasiones cantan y bailan los niños de 5º de Ed. Primaria. Pero como usted no lo vio, no lo sabe. Además, la adaptación elaborada en el centro rescata las figuras femeninas de la obra, equiparando la labor de los célebres mosqueteros a las de sus parejas femeninas, auténticas artífices del feliz desenlace de la obra. De este modo, además del valor del trabajo en equipo y la inclusión (en la adaptación, D’Artagnan es aparentemente inútil y desfavorecido), se trabaja el valor de la igualdad de géneros. ¿Le parece poco?. ¿Por qué no le han contado esto sus informadores?, ¿Tan poca atención prestaron al espectáculo?… El resultado, por si quiere saberlo, fue una obra dinámica, colorista, desenfada y espectacular, que hizo las delicias de los participantes y del público, entre el cual, usted no se encontraba.
El teatro como poderosísima herramienta pedagógica, ha sido una apuesta fuerte del Colegio Santa María de los Rosales desde hace años: trabajo en equipo, desinhibición, análisis de texto, expresión vocal y corporal, trabajo de la memoria, desarrollo de la creatividad… Son infinitas las competencias que se trabajan desde esta disciplina. El Colegio Santa María de los Rosales es uno de los pocos que incluye en su currículo el teatro como asignatura obligatoria desde 1º de Ed. Infantil hasta 6º de Ed. Primaria. El trabajo por parte de los profesores es ingente: adaptar textos, hacer escenografías, horas y horas de ensayos, coreografías, acciones escénicas… Pero el resultado es siempre gratificante y valioso. Lástima que usted y sus informadores no se den cuenta, y se permitan intentar ensuciar tan excelente labor, llena de los mejores valores que se pueden trasladar a unos alumnos. Pero no se preocupe: el trabajo pedagógico desarrollado es tan valioso y está tan acreditado después de tantos años de labor, que su pobre columna de opinión no puede en ningún caso hacerle la menor sombra.
El espectáculo fue un éxito muy a su pesar, señor Pérez-Maura, y de su inoportuna e infundada opinión. La infidelidad y la mentira no son valores que se ponderan en la obra, ni mucho menos, sino precisamente realidades de las que los niños se burlan. Porque con 10 y 11 años, un niño es mucho más inteligente de lo que usted se cree, y sabe mucho sobre los defectos de los adultos. Ese humor que desborda a los niños es el que usted, o la persona que le ha informado, no tiene, y trata de suplantar con una falsa moral, oportunista y fácil. Me pregunto si hubiera escrito el mismo artículo de opinión si no se hubiera tratado de este Centro, y parece claro que no. Luego su objetivo, señor Pérez-Maura, no es salvaguardar la educación en valores de ningún niño, sino completar su columna de opinión con algún chisme inconsistente que pueda despertar alguna polémica. Mal crédito para un defensor de la moral educativa.
No se preocupe señor Pérez- Maura, la educación en valores en el Colegio Santa María de los Rosales está más que a salvo. La mantienen viva los extraordinarios profesores que componen su claustro, su calidad humana, su atención a los alumnos y su intenso trabajo, compromiso y profesionalidad. No se atreva a juzgar la labor de semejante equipo de educadores, ya que caería exactamente en error que tanto parece escandalizarle: la mentira y la infidelidad a la verdad. Un error demasiado grave para un periodista, casi tan grave como el no haber asistido al ejercicio pedagógico que se permite atacar.
Queda usted invitado a futuras representaciones en el Centro, que de seguro harán sus delicias, e incluso inspirarán críticas más justas. Y le aconsejo que utilice la responsabilidad que le ha sido otorgada, como autor de una columna de opinión en un periódico nacional, en algo más constructivo que arremeter contra una humilde obra de teatro escolar, y el trabajo excelente y siempre digno de un magnífico equipo de maestros.»
No he visto la obra ni podré verla y tampoco conozco detalles de la protesta del señor Pérez-Maura, pero si se trata de destacar la capacidad de las mujeres de ser activas, inteligentes, valerosas, etc ¿por qué en lugar de adaptar una obra intrínsecamente masculina como "Los Tres Mosqueteros" no ponen en escena una obra que no haya que andar adaptando, como "El bolso amarillo" de Lygia Bojunga Nunes (premio Andersen, premio ALMA) o "Momo" de Michael Ende u otras que, de gran calidad literaria, seguramente ofrecen heroínas brillantes?
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