Macaco y Antón han llegado a ser maquinistas de un tren de mercancías, su sueño desde que eran pequeños. Pero tienen un gran problema. No saben decir que no, y el jefe de estación se aprovecha de ello. Cada vez les manda llevar mercancías más difíciles y trabajosas. Hasta que un día prueban a negarse, algo que tendrá unas sorprendentes consecuencias.
Me encanta esta historia, sencilla y entrañable, con la que todo el mundo puede sentirse identificado. ¿Quién, en algún momento, no ha dicho sí cuando quería o debía haber dicho no? Las ilustraciones de Andrés Guerrero son del estilo de las que realizó para Se vende mamá. Como decía entonces, parecen dibujadas con lápiz y pinturas (del cole).
Ficha de Macaco y Antón en la web de Alfredo Gómez Cerdá
Y ahora un par de curiosidades:
Para que veáis las sinuosas vías que ha recorrido este libro, tenéis que saber que Macaco y Antón fue publicado por primera vez en 1986 en la editorial SM. Alcanzó los 100.000 ejemplares vendidos, la Placa de plata, en 2000. Diez años después, SM decidió descatalogarlo (a mi parcial modo de ver, de forma incomprensible). Gracias a Bruño, estos dos maquinistas no han ido al paro. Espero que se jubilen muy viejecitos y que un montón de gente haya disfrutado de su intemporal historia.
Y la segunda. Al final de la película Flores de Otro Mundo (creo que es la última frase), de Iciar Bollaín, salen dos niños hablando y uno le dice al otro "Macaco y Antón". Es una chorrada, pero me hizo mucha ilusión.
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