Tras un día de niebla y de un viento extraño, los habitantes de Allendelagua, y entre ellos la protagonista, Indara, descubrieron que las montañas habían desaparecido. En los meses siguientes llegaron al pueblo sabios, adivinadores, brujos... pero ninguno encontró una explicación y mucho menos una solución. Todo parecía perdido hasta que llegó un extranjero acompañado de un elefante. Cuando les enseñó lo que debían hacer para que volviesen las montañas, nadie en el pueblo le creyó, salvo Indara y sus amigos, que al día siguiente ya lo estaban llevando a cabo. Una niebla se volvió a apoderar del pueblo y tras ella aparecieron las montañas, aunque no exactamente de la forma en que habían desaparecido.
El texto de Javier Sobrino y las ilustraciones de Claudia Ranucci forman un álbum de altos vuelos. La niebla es el muro que separa los recuerdos y el olvido. Un muro que, una vez atravesado, nos parece infranqueable. Sin embargo, se puede atravesar en dirección contraria, volver del olvido.
La mayoría de las ilustraciones son descriptivas, pero en algunas juega con los elementos de la narración, mezclando el barro de la calle con el chocolate del desayuno, la manta con el pueblo... Seguro que no ha sido así, pero me gusta imaginar que la ilustradora ha leído el texto, ha dejado pasar el tiempo y ha ilustrado su recuerdo de la historia, como Indara.
Muy...pero que muy interesante. Saúdos
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ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarFelicidades por el blog y por lo de "La Voz", Gracias! ;-)
Muy buenos puntos de referencia me gustó C:
ResponderEliminartrata de pasarte por mi blog soy nueva en esto C: (de tener blog)
Gracias JG por tus palabras y por tus lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Javier Sobrino